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Calificación: 3.5 de 5 estrellas

Ale y yo volvimos al cine el sábado pasado. Esta ocasión la cita fue con una cinta que ha levantado cierto revuelo entre los seguidores de las temporadas de premios, así como los expertos (y no tanto) en el tema. Me refiero a Foxcatcher, película que hizo a Bennett Miller el mejor director del Festival de Cannes y, además, merecedor de una nominación dentro de la misma categoría para el Óscar. ¿Dónde radica la polémica? En el hecho de que, pese a esto, el filme que protagonizan Steve CarellMark RuffaloChanning Tatum no es una de las ocho nominadas como Mejor película para el premio de la Academia. El descontento pareciera tener sentido, sin embargo es indispensable ver esta película y al menos alguna de las que sí compiten por la estatuilla en cuestión para tener un punto de referencia; en nuestro caso: el referente es Birdman” de Alejandro González Iñárritu, pues es la única de las 8 nominadas que hemos visto.

Yo no comparto la idea de que una buena dirección signifique una gran película. Ésta es la percepción que me queda con Foxcatcher que, dicho sea de paso, está basada en una historia real que sacudió al mundo del deporte en los Estados Unidos a mediados de los noventa. De hecho, las cinco nominaciones a las que se hizo acreedora en los Óscares son por demás justas y acertadas.

Mark Ruffalo, Steve Carell y Channing Tatum, los protagonistas

Mark Ruffalo, Steve Carell y Channing Tatum, los protagonistas

¿De qué va?

Es la historia de Mark Schultz (Tatum), un luchador olímpico que busca repetir lo conseguido en los juegos de Los Angeles 1984 donde consiguió la medalla de oro junto a su hermano Dave (Ruffalo). La mira está puesta en Seúl 88 y la preparación lleva un rumbo incierto hasta que en su camino se cruza un hombre acaudalado que, para bien y para mal, cambia por completo su vida: John E. du Pont (Carell). Durante 136 minutos somos testigos de la casi obsesión de du Pont por ser concebido como un forjador de campeones deportivos, a la vez que flota entre ser un motivador inexpugnable y un corruptor egoísta. El final ya es conocido por todos (y si no, mejor vean la película).

Schultz y du Pont, claroscuros afectivos

Schultz y du Pont, claroscuros afectivos

¿Qué nos gustó?

Sin lugar a dudas, lo mejor de la película son las actuaciones de los protagonistas. Pero quien se lleva las palmas es Steve Carell, pues no es poca cosa interpretar un personaje con tantos matices y, sobre todo, cuando la fama del actor se debe, en gran medida, a sus papeles cómicos.

Es cierto que Carell no realiza un papel dramático por primera vez y que posiblemente esta nominación al Óscar como mejor actor se la merecía desde su intervención en Little Miss Sunshine, pero lo que hace en la cinta de Miller es sorprendente. Son perceptibles la desolación y demencia que su personaje exigen, además de imprimirle un sello perturbador con su mera presencia a medida que avanza la historia.

¿Está, sin embargo, su actuación para llevarse el premio? No. La actuación de Michael Keaton en Birdman es superior, pero no deja de ser destacable el trabajo de un actor que vuelve a sorprender gratamente cuando no se trata de una comedia.

Carell como John E. du Pont

Carell como John E. du Pont

Por otro lado, lo hecho por Mark Ruffalo y Channing Tatum resulta en una conexión propia de hermanos. Mark nos confirma que es un actor versátil que bien puede interpretar al inestable doctor Bruce Banner, un productor divorciado en búsqueda de reencontrar su camino y a un luchador olímpico que antepone a su familia sobre todas las cosas, incluso sobre la gloria. Tatum a su vez se renueva para entrar en una etapa que podría hacerlo un actor de altos vuelos siempre y cuando siga en la misma línea actoral que alcanza en Foxcatcher.

Veo a Ruffalo compitiendo con Norton para hacerse del Óscar.

Los hermanos Schultz

Los hermanos Schultz

¿Qué no nos gustó?

El sutil patriotismo que emerge del personaje de Steve Carell. Por un instante la película se convierte en una adaptación de Rocky IV, guardando sus evidentes reservas; y es que hay un instante donde se habla de la supremacía estadounidense, los valores de una nación, así como de ganarle la carrera olímpica a los soviéticos.

Otro de los puntos débiles de la cinta es a veces la trama se centra en Mark, otras en la relación de éste con du Pont o con su hermano, posteriormente recae sólo en el ornitólogo, filatelista y filántropo para después pasar al entramado entre éste y Dave Shultz. Esto quizá sea un punto a favor, pero al final hace que pierda fuerza y termine por no maravillar a nadie.

¿Vale la pena ir a verla?

Sí, sin duda. Sin embargo no se debe tener la expectativa de que es una gran película porque no es así. Es mediana en fotografía, aceptable en historia así como en guión. Las actuaciones son las que destacan por encima de todo (que es lo que hizo a Miller el mejor director de Cannes en 2014). Si no se conoce la historia de John E. du Pont y los hermanos Mark y Dave Shultz, el final quizá sorprenda pero no tendrá la misma fuerza que debería si ésta no se concentrara a ratos en uno u otro personaje y sus respectivas relaciones. Es buena, sí, pero a secas. No es una película para Óscar, mas las actuaciones sí que lo son. Especialmente la de Steve Carell, quien opaca considerablemente a sus compañeros.

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